Cómo trabajamos los cristales

En el cristal se depositan la suciedad debida a la exposición a la contaminación, polvo, lluvia, oxidación, agua dura, etc…
La limpieza tradicional con agua, detergente o amoníaco, mojador y haragán tan solo elimina la capa superficial de la suciedad por lo que aunque a la vista parezca limpio, parte de la suciedad persiste en el fondo de los microporos por lo que la duración de la limpieza es corta ya que se reensucia con facilidad.

Producto utilizado es inorgánico natural, biodegradable que penetra en los microporos del soporte combinandose químicamente con la suciedad, sales, calcios, óxidos magnesios y no deja resíduos ni ningún tipo de biofilm después de su aplicación.
Además se realiza un micropulido sobre la supeficie del cristal que le devuelve el brillo y la apariencia originales.

Sistema diseñado para en dos pasos:
PASO 1: limpieza y activación del cristal.
PASO 2: protección hidrofóbica.

PASO 1: limpieza y activación del cristal
Cuando las manchas están causadas por incrustaciones de calcio, magnesio, óxidos de hierro o silicatos, la limpieza con los productos habituales es absolutamente
imposible a no ser que se utilicen productos abrasivos, ácidos o mediante cuchillas que independientemente de los tiempos de trabajo inasumibles, ocasionan la pérdida de transparencia y el deterioro del cristal.

Se utiliza para la limpieza de incrustaciones profundas de cal, sales, óxidos y magnesio en cristales, espejos, mamparas de cristal, sin rayar la superficie y sin atacar los elementos que rodean la zona en la que se esté trabajando tales como: cercos (sean de madera, metal o de PVC), textiles, plásticos, superficies pintadas (sean de obra o pladur), plantas o seres vivos.
Removiéndolo bien hasta conseguir una pasta densa.

El micropulido de limpieza se realiza de forma mecanica

PASO 2: protección del cristal
Una vez el cristal esté limpio y sin residuos de ningún tipo será el momento de aplicar el nano protector que es un nano compuesto hidrofóbico diseñado para reducir la adhesión y acumulación de polvo, cales, sales, grasas y sustancias ambientales haciendo que la limpieza de mantenimiento de los cristales sea fácil y rápida.